ETAPA 1: DE SAINT-JEAN PIED DE PORT A RONCESVALLES – CAMINO FRANCÉS EN BICICLETA

Distancia a Santiago: 785 km

Distancia en etapa: 26 km por Ruta de los Puertos de Cize / 28 km por Ruta de Valcarlos

Tiempo estimado: 4-5 horas

Cota mínima: 165 m en Saint Jean Pied de Port

Cota máxima: 1480 m en Alto de Lepoeder por la Ruta de los Puertos de Cize / 1057 m en Alto de Ibañeta por Ruta de Valcarlos

Dificultad de la ruta: Alta / Muy alta

Lugares de interés: Saint Jean Pied de Port, Alto de Ibañeta, Roncesvalles

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Ruta y perfil etapa 1, Saint Jean-Roncesvalles

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En esta primera etapa nos enfrentaremos a la que puede ser la ruta más dura de todas, pero que recompensa con una de las vistas más espectaculares del camino. Cruzaremos los Pirineos, un paisaje extraordinario cargado de historia en una etapa en la que superaremos cerca de 1250 metros de desnivel.

Hermosa vista de los Pirineos

PERFIL Y RECORRIDO GENERAL DE LA ETAPA

En esta etapa tenemos dos opciones de itinerario:

  1. Elegir la ruta tradicional que recorren los peregrinos a pie, denominado “Ruta de los Puertos de Cize” o “Ruta de Napoleón” (ruta roja en el mapa de etapa).
  2. Obviar ese camino y optar por hacer el recorrido en carretera, siguiendo la D-933 y la N-135. Esta ruta se conoce como “Ruta de Valcarlos”, ya que pasa por esa localidad (ruta azul en el mapa de etapa).

Las consideraciones a tener en cuenta para escoger una u otra ruta son las siguientes: la climatología, nuestra forma física y el mes del año en el que peregrinamos.

Debido a los accidentes de montaña que algunos peregrinos han sufrido durante el invierno, por desinformación o por exceso de confianza, se ha prohibido el tránsito por la Ruta de los Puertos de Cize entre el 1 de noviembre y el 31 de marzo. Si peregrinamos durante esos meses, debemos obligatoriamente hacerlo por la ruta de carretera de Valcarlos.

Si escogéis la ruta de los Puertos de Cize…

A pesar de su dificultad, la Ruta de los Puertos de Cize es la más espectacular y realmente el esfuerzo por hacerla vale la pena. Si estás en forma física relativamente buena podrás hacer frente a este sendero. Siempre cuenta con que en algunos momentos vas a tener que bajarte de la bici y empujar, pero será más una cuestión de paciencia que una lucha contra el agotamiento. En este camino percibiremos bastante el peso de las alforjas, ¡subir algunos tramos con más de diez kilos se nota!

Aunque estés dentro de los meses permitidos, si hace mal tiempo, tanto porque llueve o nieva o porque hace muchísimo viento o está nublado, no cojas esta ruta tradicional. Puede ser muy peligrosa con mal tiempo, la lluvia embarra el terreno y con mucho viento el esfuerzo de subida se multiplica. Si está muy nublado, no obtendremos ninguna recompensa en forma de vistas y, por lo tanto, tampoco tiene mucho sentido ir por los Puertos de Cize.

La forma general del perfil de etapa por la Ruta de los Puertos de Cize es bastante accidentado. Como ya hemos mencionado, se suben casi 1315 metros en total. Aún así, hay que tener en cuenta que la principal cuesta la encontraremos al poco de salir de Saint-Jean, donde subiremos una pendiente del casi 13% durante algo más de 4 kilómetros. Aunque sea casi al principio de vuestro camino, no dudéis en bajaros de la bicicleta si es necesario, de lo contrario podríais agotaros y tener problemas para enfrentar el resto de la etapa. Sino, recordad que la realización del camino en bicicletas eléctricas siempre es una muy buena opción y os puede ayudar en momentos como estos.

Al llegar al mirador de Arbola Azpian la pendiente se suaviza y así seguirá hasta la cota máxima de etapa, en el Alto de Lepoeder (1480 m). A partir de ese momento comienza una bajada hasta Roncesvalles que se disfruta mucho, aunque hay que ir atentos y no relajarse ya que también requiere cierta dificultad técnica.

Si optais por la ruta por de Valcarlos…

La ruta por carretera es menos espectacular pero también ofrece unas buenas vistas y es necesaria en caso de climatología adversa. Además es menos dura, así que si tu forma física no es tan buena esta puede ser una muy buena opción para ti. La ruta sigue el recorrido de la carretera nacional D933 hasta Arnéguy, donde se cruza la frontera con Francia y se entra en España por la N135. Se pasa por Valcarlos y se sigue hasta el mítico Alto de Ibañeta (1057 m).

Por su parte, el perfil de etapa por la Ruta de Valcarlos es más suave que el de la ruta tradicional, en total se supera un desnivel de menos de 900 metros.

Saliendo de Saint-Jean Pied de Port cogeremos la carretera D-933 y durante los primeros ocho kilómetros el desnivel a superar será de cerca de 200 metros. Al llegar a Arnéguy, donde se cruza la frontera franco-española, la carretera D-933 se convierte en la N-135 y la pendiente se hará progresivamente más pronunciada según nos vayamos acercando al Alto de Ibañeta, cota máxima en este itinerario con 1057 m. La pendiente general en ese tramo será de cerca del 6%. En esta ruta debemos tener cuidado con el tráfico rodado de coches y/o camiones. Es una carretera general y siempre debemos tomar las precauciones que sean necesarias, llevando el chaleco reflectante o luces si es necesario.

Variantes de ruta

Una tercera opción de itinerario sería la de conjugar ambas rutas. Podemos coger la Ruta de los Puertos de Cize y al llegar al Collado Leopeder coger un desvío que nos llevará directos al Alto de Ibañeta, donde continuaremos por la N135 hasta llegar a Roncesvalles. El mapa de ruta marca esta unión en color amarillo. 

Si eres un ciclista experimentado y al llegar a Roncesvalles aún te ves con fuerzas para seguir, o te encuentras con que no hay sitio para dormir, puedes continuar hasta Zubiri. Son cerca de 22 km más a recorrer, pero es todo cuesta abajo y es un camino bastante apacible. Si no hay sitio en Roncesvalles pero tampoco te ves capaz de llegar hasta Zubiri, hay sitios intermedios en los que se puede pernoctar, como por ejemplo campings en Burguete (que sólo está a 3 km de Roncesvalles).

Ciclistas realizando el Camino en los Pirineos

CONSEJOS PRÁCTICOS

  • Siempre dicen que “los comienzos son duros” y esta etapa es un ejemplo de ello. Si decidís hacerla os reportará una experiencia increíble y una imponente conexión con la naturaleza, pero debéis hacerla con calma y escuchar a vuestro cuerpo. Si sentís que debéis parar y empujar la bicicleta en algún momento, hacedlo.
  • No olvidéis nunca que desde el 2015 está prohibido coger la ruta tradicional de los Puertos de Cize entre el 1 de noviembre y el 31 de marzo.
  • Ya que la Ruta de los Puertos de Cize no pasa prácticamente por ninguna población, se ha habilitado un refugio para pasar la noche en caso de emergencia. Se denomina refugio Izandorre y se encuentra en Lepoeder. Dentro también encontraremos un sistema de comunicación que siempre tendrá cobertura (red TETRA) y que nos pondrá en contacto con el 112 con sólo pulsar un botón.
  • Llevar comida y agua para toda la ruta, especialmente si cogemos la ruta tradicional. A veces las fuentes están secas.
  • Siempre insistimos en que es necesario encontrar un equilibrio adecuado entre el peso de las alforjas y lo que necesitamos llevar con nosotros. Puede que al ser la primera etapa, hayáis pensado en no cargar con algunas cosas y cogerlas cuando las necesitéis. Pero si escogéis la Ruta de los Puertos de Cize es interesante que tengáis un poco más en cuenta llevar provisiones adecuadas, tanto a nivel de comida y bebida como de abrigo o herramientas por si tenéis que arreglar algo de vuestra bicicleta. Si habéis alquilado bicicleta con Tournride, tendréis el seguro de asistencia que podrá atenderos y reparar vuestra bicicleta, así como un pack básico de herramientas en las alforjas que alquiléis.
  • Si comenzáis el camino en Saint-Jean, podéis coger la credencial de peregrino y conseguir el primer sello en la oficina de atención al peregrino (número 39 de la Rue de la Citadelle). Ese documento se convertirá en vuestro «pasaporte» peregrino y os acreditará la distancia recorrida cuando vayáis a por la «compostella» en Santiago.
  • Puntos confusos de señalización durante la ruta:
  1. Para salir de Saint-Jean Pied de Port y comenzar la peregrinación debéis recorrer la Rue d’Espagne, sea cual sea la ruta que queráis tomar. Al llegar al final encontraréis una señal que marca la Ruta de los Puertos de Cize, clavada junto al símbolo de la concha (está escrita en francés y se puede leer Chamin de Saint Jacques de Compostelle). Si queréis ir por la Ruta de Valcarlos, obviad esa señal y continuad recto hasta encontrar el letrero amarillo que, señalando a la derecha, indica el camino hacia Arnéguy y Valcarlos.
  2. Durante la Ruta de los Puertos de Cize hay que estar atentos al cruzar la frontera con España. Desde Saint-Jean Pied de Port podremos seguir la carretera secundaria D-428 pero, al llegar a ese punto, tenemos que abandonarla y recorrer poco menos de dos kilómetros por una pista de hierba. El desvío está indicado con un cartel de madera que nos indica a la derecha, al lado de la carretera. En la hierba, unos pocos metros más adelante, hay una cruz de madera vallada con flores y ofrendas alrededor que nos puede servir de referencia. Se denomina Cruz de Thibault. En el mapa de etapa os marcamos este punto confuso como «Col de Bentarte».

Ya en España, el gobierno navarro ha mejorado mucho la señalización instalando una serie de postes numerados que sirven de buena referencia para no dudar nunca de que vamos por el camino correcto.

  • Para llegar a Saint-Jean y comenzar desde allí el camino, tenéis varias opciones:
  1. Coger un autobús desde Pamplona a Saint-Jean Pied de Port. No los hay todo el año, generalmente sólo hasta octubre. Confirmad siempre antes de salir en la página de Alsa. El precio medio es de 20-22 € y dependiendo del mes hay desde dos hasta 4 salidas diarias.
  2. Coger un autobús desde Pamplona a Roncesvalles (Alsa o Conda desde la página de Movelia). Al llegar a Roncesvalles podéis buscar a gente con la que compartir un taxi hasta Saint-Jean. Los coches están esperando nada más bajarse del bus.
  3. Podéis llegar a cualquier localidad cercana en Francia o España y desde allí buscar en páginas como BlaBlaCar o foros del Camino de Santiago para llegar hasta Saint-Jean.
  • Os informamos de que en Roncesvalles no hay ningún cajero automático, aunque en Saint-Jean sí que hay varios. Dado que en Saint-Jean podéis tener cargos extra por sacar dinero desde el extranjero, recomendamos que llevéis el dinero que vayáis a necesitar para pasar esa noche en Saint-Jean y la siguiente en Roncesvalles. El primer cajero lo encontraréis al pasar Roncesvalles, en Burguete.

ITINERARIO Y PATRIMONIO

Como ya mencionamos en alguna otra ocasión, el Camino Francés es historia viva y en permanente transformación, un gran relato milenario tallado en piedra. Durante su recorrido nos impresionarán sus grandes construcciones medievales y modernas. Pero en esta primera etapa tendremos la oportunidad de sumergirnos en un paisaje natural tan inmenso que nos hará olvidar, al menos durante una jornada, los grandes logros de la Humanidad y nos recordará la grandiosidad de la naturaleza.

Vista de los Pirineos con nieve

Los Pirineos: naturaleza, mitología e importante frontera histórica

Hoy cruzaremos los Pirineos, una cordillera de 415 kilómetros de largo que separa de manera natural Francia y España. Los nombres de algunos de sus picos de más de 3000 metros nos recuerdan su magnificiencia y también su peligrosidad: el Monte Perdido o el Pico Maldito pierden por poco el título del más alto ante el Aneto (de 3404 m de altitud).

Pico de Paderna en los Pirineos

Todas las explicaciones etimológicas que se dan de la denominación “Pirineos” provienen de tiempos antiguos. Para algunos el nombre de la cordillera fue dado en recuerdo a la historia de amor trágico de Pyrene, una muchacha que se enamoró de Hércules. La leyenda cuenta que él la abandonó por esta zona y ella, loca de amor, comenzó a perseguirlo, pero unos animales salvajes la devoraron. Cuando Hércules escuchó sus gritos y volvió para intentar socorrerla ya era demasiado tarde. Sintiéndose apenado y culpable, le construyó un grandioso mausoleo amontonando rocas hasta formar la enorme cordillera de montañas que hoy llamamos Pirineos.

Pintura en la que aparece Hércules en los Pirineos

Pintura de Nestor Martín-Fernández de la Torre, «Hércules amasando entre las llamas el túmulo de Pirene» (1909)

Otras explicaciones relacionan la palabra “Pirineos” con pyros, “fuego” en griego. Historiadores griegos como Estrabón hablan de un incendio tan colosal que hasta fundió las minas de oro y plata subterráneas, causado por la roturación de cultivos de unos pastores. También se podría referir a otra historia mitológica de Pyrene. Ésta cuenta que ella dio a luz una serpiente justo antes de morir y que al colocar su cuerpo en una hoguera ésta creó un incendio tan monumental que hizo que quien lo vio denominase a esas montañas llameantes “Pirineos”.

Los Pirineos han constituido desde tiempos muy antiguos una frontera natural muy importante que ha influido en el avance o retroceso de conquistas y civilizaciones. La ruta que hoy siguen los peregrinos, que hemos denominado Ruta de los Puertos de Cize, se asienta sobre lo que antiguamente era una carretera romana: la Via Trajana, que unía Astorga con Burdeos.

Ese mismo sendero usaron los árabes cuando en el S. VIII, después de conquistar la Península Ibérica, cruzaron los Pirineos para intentar hacer lo mismo con el resto de Europa. Tras perder contra Carlos Martel en la Batalla de Poitiers en el año 732 d.C., tuvieron que replegarse y los Pirineos sirvieron de frontera natural entre ambos bandos. Allí puso Carlomagno la “Marca Hispánica”, la frontera de su imperio con el Islam.

La misma antigua Vía Trajana fue la que el clérigo Aymeric Picaud recorrió en el S. XII cuando redactó su “guía” del Camino de Santiago, recogida hoy en el Códice Calixtino. Por ella cruzó también Napoleón en el S. XIX cuando intentó conquistar España, lo que desencadenó la Guerra de la Independencia, retratada por Goya en su famoso cuadro de Los fusilamientos del tres de mayo.

Los Fusilamientos del 3 de Mayo de Francisco de Goya

«El tres de mayo en Madrid» de Francisco de Goya

Salimos de Saint-Jean visitando sus principales monumentos

Conociendo ya la importancia natural e histórica de los senderos que vamos a recorrer hoy en los Pirineos, en Tournride os contamos por qué monumentos y lugares vale la pena bajarse de la bici durante unos minutos.

Comencemos por el inicio de nuestra etapa: Saint-Jean Pied de Port, llamado así por estar “a pie del puerto” de montaña. Este pequeño pueblecito fue fundado en el Medioevo y hoy, al conjugar su ubicación de montaña y su antigüedad, se convierte en un pintoresco lugar para empezar el camino. De hecho, se calcula que 1 de cada 4 peregrinos que llegan a Santiago han salido o han pasado por allí.

Sus calles principales son dos: la Rue d’Espagne y la Rue de la Citadelle. El pueblo está dividido por el río Nive y La Rue d’Espagne une la dos partes mediante un puente. En la orilla norte se encuentra la iglesia de la Asunción, también conocida como iglesia de Notre Dame du Bout du Pont, llamada así precisamente por estar al “final del puente”. La iglesia de piedra roja tiene apariencia de fortaleza y es medieval. A pesar de que es de estilo gótico su fachada es bastante compacta y carente de decoración, aunque por dentro la finura de sus bóvedas y cristaleras absidiales sí que recuerdan a la denominada “arquitectura de la luz” gótica.

En la la parte norte de la Rue de la Citadelle se encuentra la  Puerta de Santiago, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1998 junto con las rutas del Camino Francés. El pueblo está amurallado y tiene varias puertas, pero ésta es la más famosa porque desde el S. XI entran por ella todos los peregrinos que desde Europa elegían tomar la ruta por Saint-Jean para entrar a España. Si subimos toda la Rue de la Citadelle llegaremos a la Ciudadela de Mendiguren, una antigua fortificación del S. XVII desde la que se tiene unas vistas impresionantes del entorno.

Qué ver en la Ruta de los Puertos de Cize

Si cogemos la ruta tradicional de los Puertos de Cize, durante el camino nos encontraremos con tres puntos clave.

En primer lugar, en el kilómetro 11,3 a nuestra izquierda veremos a la Virgen de Biakorri. Se trata de la protectora de los pastores a quien ahora dejan ofrendas los miles de peregrinos que la ven durante el camino. Desde ese punto hay buenas vistas, así que si queréis descansar un rato este podría ser un buen momento para sentarse y reponer fuerzas admirando el paisaje.

Siguiendo el camino, en el kilómetro 16,5 encontraremos la Fuente de Roldán. Roldán es un mítico comandante del ejército de Carlomagno que, según textos carolingios y cantares de gesta, murió peleando contra los vascones en una batalla que tuvo lugar cerca de Roncesvalles entre los siglos VIII y IX.

En el kilómetro 21,6 llegamos a la cota más alta de etapa, en Collado Lepoeder. Desde ese punto podremos seguir por esta ruta bajando por una empinada pendiente con unas vistas impresionantes hasta llegar a Roncesvalles o, por el contrario, desviarnos para llegar al Alto de Ibañeta (km 24,1).

En Ibañeta veremos una capilla de techos angulosos construida en los años 60. Se hizo en recuerdo a la que antiguamente formaba parte de un antiguo monasterio, en la que había una campana que se tocaba para evitar que los peregrinos medievales se perdiesen. Desde ese punto poco nos queda de etapa, ya que en menos de dos kilómetros de descenso podremos llegar a Roncesvalles.

Qué ver en la Ruta de Valcarlos

Si en vez de coger la Ruta de Napoleón cogemos la Ruta de Valcarlos, pasaremos por Arnéguy y por el pueblo que da nombre a este itinerario. Ya Aymeric Picaud escribió en su “guía” del camino que por el valle llamado Valcarlos “pasan también muchos peregrinos que van a Santiago y no quieren escalar el monte”.  Se relaciona el lugar con la batalla del ejército de Carlomagno contra los vascones. De hecho, se dice que su nombre puede provenir de ese hecho (“valle de Carlos”).

En Valcarlos podremos ver la iglesia de Santiago Apóstol, construida entre los S. XVIII y XIX. En la parte baja tiene un triple arcada y, para romper con la horizontalidad predominante de su fachada, en el medio se alza una torre cuadrada con tejado piramidal. Si decidimos entrar en su interior, veremos cómo la mayor parte de la decoración se centra en el retablo neogótico (S. XIX) que adorna el ábside.

Cerca de la fachada de la iglesia, siguiendo un poco la calle, veremos una escultura del artista Jorge Oteiza, pensada como un monumento al peregrino. Seis figuras geométricas de diferentes materiales se enclavan en una base de hormigón, asemejando una fila de peregrinos caminando hacia el mismo lugar.

En Valcarlos se sigue practicando una danza ancestral declarada Bien de Interés Cultural de Navarra. A sus danzarines se les llama “bolantes”, ya que bailan en el aire haciendo volar unas cintas de colores que llevan colgadas de sus trajes blancos. Si tenéis la oportunidad de presenciar una de sus actuaciones no dudéis en pararos a descansar viéndolo un rato. Se baila siempre el domingo de Resurrección durante la Semana Santa, pero también podéis mirar en la página del ayuntamiento de Valcarlos si hay alguna programada.

Siguiendo por la Ruta de Valcarlos llegamos también al Alto de Ibañeta y, desde allí, descenderemos hasta Roncesvalles. En este pueblo, en el que viven cerca de 30 personas, podremos ver diferentes monumentos en relación al Camino de Santiago

Nos despedimos para reponer fuerzas…

A pesar de que esta etapa es dura a nivel físico, hemos visto que tanto el paisaje como el patrimonio que nos espera en su recorrido vale la pena.

Por ello Tournride te pone todas las facilidades para que empieces desde ese punto, llevándose tu equipaje y facilitándote el equipo necesario para que comiences a pedalear. ¡Anímate a comenzar en Saint-Jean y descubre la experiencia de peregrinaje que los Pirineos pueden ofrecer!

UN PASEO POR RONCESVALLES

A pesar de que Roncesvalles es una localidad muy pequeña que prácticamente se recorre en menos de media hora, en Tournride queremos proponeros un paseo en el que os damos un poco de información sobre sus monumentos para que podáis tener una mejor comprensión de ellos. Os proponemos un paseo, cuyo recorrido podéis ver pinchando en este mapa de paseo

Visitamos la Colegiata de Santa María y la capilla de San Agustín

Comenzamos por uno de los monumentos más emblemáticos, la iglesia Colegiata de Santa María. El edificio se construyó en el S. XIII y, dentro de la península ibérica, es uno de los pocos ejemplos de gótico francés. Durante los siguientes cinco siglos sufrió diferentes incendios que terminaron propiciando que en el S. XIX se decidiese reconstruirla prácticamente entera. Durante esta obra se cambió mucho su forma original, por lo que hoy podemos ver cómo a pesar de que en el interior conserva las líneas góticas (arcos ojivales, formas góticas, triforio…) en el exterior hay muchos elementos barrocos.

En esta iglesia hay todos los días a las 20,00 una misa especial dedicada a los peregrinos. Al final de la misma se leen todos los nombres de las personas que han llegado ese día al pueblo y de los que al día siguiente inician su camino, bendiciéndolos y pidiendo por ellos al son de la música de órgano.

Cerca del ábside de la colegiata, bordeando el albergue, llegamos a la Capilla de San Agustín, original del S. XIV pero reconstruida a principios del XX. Por fuera tiene aspecto muy sólido, parece casi la torre de una fortaleza. Sin embargo su bóveda interior, apoyada en cuatro enormes ménsulas, destaca por su elegancia y por la elaboración en la talla de los nervios que la componen. En el centro del espacio está el sepulcro del rey Sancho VII “el Fuerte”, formado por una talla reconstruida en el S. XIX sobre la primitiva del S. XIII.

Terminamos en la capilla de Santiago y el silo de Carlomagno

Cerca de la casa prioral se encuentra el conjunto formado por la iglesia de Santiago y la Capilla del Espíritu Santo. La iglesia o capilla de Santiago es un pequeño templo gótico (S. XIII) de planta rectangular y cubierta sencilla, de bóveda de crucería. El exterior también es sobrio, consistente en una pared de sillería irregular. El arco de la portada, dado que el templo es gótico, es apuntado.

En el tímpano de la iglesia de Santiago hay una talla de un crismón. El crismón es un pictograma que representa a Cristo. Contiene las dos primeras letras del nombre de Cristo en griego (X y P) y tiene las letras alfa y omega, que eran la primera y última letra del alfabeto griego, representando a Jesucristo como el principio y el fin de todas las cosas.

Ya en el interior, vale la pena nombrar una réplica de una de las tallas más famosas de Santiago de todo el Camino Francés: la de Santiago «Beltza» (negro) de Puente la Reina. El renombre de esta escultura, que veremos en nuestra tercera etapa, hizo que se decidiese crear una copia para esta capilla de Roncesvalles.

A la Capilla del Espíritu Santo también se le denomina el Silo de Carlomagno. Es la construcción más antigua del pueblo, datando del S. XII, aunque está muy transformada. Se dice que Carlomagno hizo construir este edificio para enterrar a sus caballeros muertos en la batalla de Roncesvalles, entre el que estaba Roldán, del que ya vimos una fuente conmemorativa en la etapa desde Saint-Jean. Se construyó sobre un pozo, en el que podrían haberse echado los huesos de los miembros del ejército muertos. En este osario se dice que durante los siglos se dejaron los restos de peregrinos. Sobre el pozo se hizo la capilla, que es cuadrada y está cubierta de manera sencilla. Como este espacio estaba a un nivel más elevado se decidió en el S. XVII hacer un arcada de piedra en tres de sus lados. En ella, bajo sus arcos de medio punto, se enterraron canónigos de la colegiata de Santa María.

Tras estas visitas nos despedimos de Roncesvalles y reponemos fuerzas, algo que después de esta dura etapa seguro que necesitaremos. Mañana seguimos pedaleando hasta Pamplona, la primera gran ciudad que visitaremos en nuestro camino a Santiago.

Vista aérea de los Pirineos